Debemos enfrentarnos a varios desafíos:
la austeridad en Europa está provocando crisis múltiples (clima, desempleo, precariedad);
la Unión Europea rechaza la acogida de migrantes y refugiados, alza muros que llevan a la muerte de miles de personas en el Mediterráneo y firma acuerdos infames para deportaciones masivas, en lugar de garantizar la libertad de circulación y asentamiento para todos.
La Unión Europea se militariza cada vez más. La extrema derecha no solo está en alza, si no que ha tomado el poder en varios países.
Ante esta situación, tenemos una responsabilidad: construir un mensaje popular manifiestamente opuesto a la globalización capitalista (bancos, multinacionales, UE) y que tiene una base democrática, internacionalista, antirracista, antifascista, feminista, ecologista y pacifista. Nos comprometemos con la igualdad, las libertades civiles, el derecho a la negociación colectiva y la acción sindical (contra la represión de sindicalistas y militantes). La primera etapa consiste en formular bien este mensaje, la segunda será la de construir una gran campaña que nos reúna.